Este año ha implicado el replanteamiento de las dinámicas de trabajo y en el gremio artístico, no ha sido la excepción. Los creadores han tenido que enfrentar las distintas consecuencias que el confinamiento trajo consigo, esto incluye buscar alternativas a la exposición, promoción y retribución de sus obras, así como la precariedad laboral que se ha intensificado.
En México la situación para los artistas ha sido inestable desde un inicio y con el confinamiento se ha visto agravada, ya que al estar en casa las personas no pueden asistir al teatro, visitar galerías, los festivales fueron cancelados y los creadores y realizadores han tenido que buscar nuevas alternativas de la mano de la tecnología para continuar con su trabajo.
Edén Coronado, director artístico adjunto en la compañía de teatro El Rinoceronte enamorado, afirma que esta situación de precarización laboral en el gremio artístico es una discusión que lleva muchos años. “Generalmente los agentes culturales pagamos impuestos, si me contratan a mí para dirigir una obra, doy un recibo de honorarios y tengo que pagar impuestos pero no tengo derechos ¿Por qué si pago impuesto no tengo seguro social ni ningún derechos laborales?” declara el director.
Ante esta situación, muchos creadores incursionaron en el uso de nuevas tecnologías para dar continuidad a su trabajo. Javier Cortéz, artista plástico, comenta “para quienes trabajan en esta modalidad de galerías ha sido difícil porque si ya las personas no entraban, ahora mucho menos con la pandemia. Había incertidumbre de la gente, que son quienes adquieren las piezas, pero al mismo tiempo esta situación ha provocado que los artistas promuevan su trabajo en línea y a muchos les ha dado resultado”.
Sin embargo otro reto que se presenta para los artistas es ser privados de esta característica constitutiva que es la presencia del espectador. Principalmente en las artes escénicas, resulta complicado difundir sus productos de manera digital pues son lenguajes diferentes. A pesar de que se han implementado híbridos a través de la transdisciplina, aún no puede igualarse la experiencia presencial a la digitalización.
Coronado afirma que dentro de la compañía “tuvimos la necesidad de integrarnos a estas posibilidades y con la práctica nos dimos cuenta que no era lo que más nos interesaba […] Pensar que uno puede grabar una obra de teatro y ponerlo en línea es lo peor que uno puede hacer. El lenguaje no pasa de la misma forma”. Así mismo Cortéz, hablando sobre el arte visual, reitera que “la experiencia es distinta a apreciarlo frente a frente. No hay medio digital que se compare a ello. Qué bueno que de pronto a ti te interese una pieza, la ordenes, te la envíen y te sorprenda, pero continúan siendo riesgos”.
Tanto Coronado como Cortéz, no fueron afectados directamente por el confinamiento, no obstante reconocen la incertidumbre que están experimentando los creadores de productos culturales en estos momentos. Así mismo ambos coinciden que la cuarentena les ha permitido enriquecer sus obras, pues al no seguir el ritmo común de trabajo, pudieron realizarlas de una manera distinta. El director con Hamlet, la obra que actualmente está en temporada, asegura que “si yo hubiera hecho esta obra en condiciones normales, no dentro de un confinamiento, la obra hubiera sido distinta” y el artista plástico con Ataraxia, su más reciente exposición pictórica, afirma “esta exposición estaba preparada para realizarse en abril pero debido la pandemia la dejamos. Sin embargo gracias a ella, la colección se fue reforzando, se crearon piezas nuevas y se fueron retirando otras”.
No cabe duda que las industrias culturales han sufrido un rezago significante en materia de derechos laborales y esta pandemia, además de agravar los problemas ya existentes, ha orillado al gremio artístico a buscar nuevas alternativas para continuar con su labor. Es la oportunidad ideal para dar resolución a esos conflictos, replantear el papel del artista como persona física dentro del estado y dejar de normalizar esa precariedad existente en el medio. Así mismo, este suceso traerá consigo una transformación en la forma de trabajo de los artistas. Habrá que estar abiertos y optimistas a los cambios que vengan.
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