top of page
Buscar
  • Antonio García Acosta

LEONOR FINI Y LEONORA CARRINGTON

‘Soberbia en sus rechazos y de una autenticidad humana sin límites’. Así fue la artista argentina Leonor Fini

, según las palabras del poeta surrealista André Breton. Fini fue pintora, diseñadora de vestuario, escenógrafa, directora de arte para el cine. Fini vivió el amor libre y se resistió a ser tratada como musa por los surrealistas. Fue, en cambio, una personalidad deslumbrante y retadora. Era alta, atractiva y de facciones felinas. Su pelo podía ser de cualquier color y su vestimenta era siempre excéntrica.


Fini nació en Argentina pero tras el temprano divorcio de sus padres, se muda a Trieste, donde vive con un tío materno. De niña la vestían de varón para camuflarla, ya que temían que el padre la encontrara y se la llevara. De joven sufrió una enfermedad que la obligó a cubrirse los ojos por dos meses seguidos, lo cual le permitió desarrollar una imaginación visual potente que alimentó sus cuadros por el resto de su vida.


En 1935, Fini conoce a los surrealistas en París. Fue su amiga y exhibió con ellos varias veces, pero nunca se unió oficialmente al grupo. Tuvo un amorío con Max Ernst, que se diluyó hasta convertirse en amistad: ‘El era simpatico y muy amistoso conmigo y yo me sentía muy sensual con él’. Fini exploró el amor libre. Por muchos años y hasta el final de su vida, Fini tuvo una relación sentimental con dos hombres.


Las dos Leonoras, Fini y Carrington, se conocieron cuando Max Ernst y Leonora Carrington viven juntos en París. Fueron grandes amigas. Fini decía tener 10 años menos de su edad real, y por ello consideraba a Carrington su doble, su gemela astrológica. Ambas entendían a la pintura como un proceso alquímico y tenían especial aprecio por los gatos y los caballos. Fini incluso llegó a vivir con una veintena de gatos a los que les permitía recorrer la casa a su gusto. Las amigas compartían un gusto por la cocina como una forma de magia y como una oportunidad para jugar bromas. En una ocasión, tiñieron tapioca con tinta de calamar y lo sirvieron como ‘caviar’. Fini pintó un retrato de Carrington titulado La habitación negra o La alcoba: interior con tres figuras. En él vemos a Leonora como una guerrera vistiendo una armadura al estilo Juana de Arco.


En 1942, Fini es incluida en la importante muestra Thirty Women, dedicada a mujeres artistas, al lado de Frida Kahlo, Leonora Carrington y Meret Oppenheim. Aún así, su obra no siempre fue conocida por el gran público. Desde los 1970s, las historiadoras de arte feministas han trabajado para que se reconozca la obra de las mujeres que, como Fini, rechazaron el rol de musas para convertirse en artistas excepcionales.


El valor de la obra de Fini debe mucho a su exploración de la feminidad. En sus cuadros encontramos figuras femeninas en todas sus variaciones: las vemos como andróginas, hechiceras, guerreras, esfinges, cariátides, y quimeras. Estas figuras enigmáticas desdibujan los limites entre los sexos, exploran la vida interior y la libertad sexual del amor libre.


14 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

EDITORIAL

Cada 40 segundos se suicida una persona según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las causas más comunes son...

Comments


bottom of page