Hay quienes creen que vienen a nosotros para aprovechar nuestra riqueza y nuestros subsidios.
Hay quienes saben que huyen de la guerra, la dictadura, los conflictos religiosos o étnicos, el matrimonio forzado, la homofobia, la sequía, la miseria.
Hay quienes se creen cobardes que abandonan a los suyos sin escrúpulos.
Hay quienes saben lo que les costó irse, dejar su pueblo, su familia, sus hábitos. Y que, para resistir años de vagabundeo, violencia, esclavitud, necesitan una gran dosis de coraje. Como para enfrentarse a esta inmensidad líquida que, para muchos, descubrieron mientras abordaban estos miserables barcos.
Hay quienes creen que son peligrosos, salvajes y que ya no estaremos seguros si seguimos dándoles la bienvenida.
Hay quienes saben que son personas como nosotros. Que hay unos brillantes y otros oscuros, que hay médicos, abogados, maestros, poetas, pero también trabajadores, campesinos, artesanos, educados y analfabetos. Pero muchos de ellos vienen con la voluntad de tener éxito en otra vida, aunque solo sea para honrar su regreso a casa.
Hay quienes les creen terroristas, asesinos que vienen a nosotros para imponernos sus creencias y sus costumbres.
Hay quienes saben que los terroristas no arriesgan su vida en un barco, que ya están con nosotros o que toman rutas más seguras y discretas. Y que los que se acercan a nosotros huyen precisamente de esos bárbaros de los que, muchas veces, fueron víctimas.
Hay quienes creen que harán la vida de nuestros desamparados aún más difícil. Que nos invaden, que no tenemos lugar ni medios para acogerlos.
Hay quienes saben que "los que creen" que las personas sin hogar serán perjudicadas nunca han intentado encontrar su mirada. Y que si Europa fuera lo que dice, habría lugar para todos. Que además, son solo el 0,03% y que, muchas veces solo son de paso.
Hay quienes creen que no son como nosotros, que son de razas inferiores.
Hay quienes saben que solo hay una raza humana. Y que los que llegan son nuestras hermanas y nuestros hermanos.
Hay quien cree que nos empobrecerá.
Hay quienes saben que, por el contrario, nos enriquecerán con su historia, su cultura, su experiencia y nos abrirán horizontes insospechados.
Hay quien piensa.
Yo, en esta área, lo sé ...
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